Es importante controlar a un niño desde que erupcionan sus primeros dientes (seis meses como promedio) con el fin de educar a los padres en la prevención de caries. Dos años y medio es el ideal para iniciar un tratamiento de posibles caries y efectuar acciones de prevención como la fluoración y sellantes. Sin embargo pueden existir problemas a menor edad y hay que tratarlos en forma oportuna por el especialista por lo que recomendamos controles periódicos con el Odontólogo (Odontopediatría).
El sangramiento de las encías es el signo más evidente de la Gingivitis (inflamación de las encías) que generalmente está asociado a la acumulación de placa bacteriana y tártaro por un cepillado deficiente. Otra razón es el cepillado traumático por mala técnica o uso de un cepillo inadecuado. Frente a esta situación se debe acudir al odontólogo para que determine la causa exacta del problema. Si es por acumulación de placa y tártaro ( SARRO) el Odontólogo realizará su eliminación y tratará la inflamación, junto con una educación al paciente en la técnica de cepillado adecuada.
El mal aliento (halitosis) tiene causas gastrointestinales y bucales. Dentro de las causas bucales, estas pueden ser variadas, siendo la acumulación de placa bacteriana o sarro por técnica de cepillado defectuosa y la presencia de múltiples piezas o dientes cariados, las más frecuentes. Frente a esta situación lo más conveniente es acudir a una cita con el Odontólogo quien determinará la causa del problema y ofrecerá una solución terapéutica.
El embarazo provoca cambios en todo el organismo y dentro de este en la cavidad bucal, siendo conveniente que la paciente acuda al Odontólogo para que este la oriente respecto de estos cambios (por ejemplo el sangramiento de encías). Si se toman las medidas precautorias no se corre ningún riesgo en la atención dental como el uso de delantal plomado para toma de radiografías y anestésicos sin vasoconstrictor entre otros. En situaciones especiales se indicará una interconsulta con el Médico tratante quién autorizará la atención odontológica.
Es imprescindible el tratamiento de las caries en los dientes temporales, el no hacerlo tiene variadas secuelas: Dolor dentario, pérdida de espacio para la dentición definitiva, halitosis (mal aliento) e infecciones que podrían llegar a comprometer al diente definitivo en formación, etc. Por lo tanto el cuidado a tiempo de los dientes temporales podrá prevenir la aparición de otras patologías en el niño.
La seda dental, junto con el cepillo y el agua, constituye un elemento primario en el aseo bucal, por lo tanto, su uso debe ser diario. El tipo de cepillo a utilizar debe ser recomendado por el odontólogo tratante.
Dependiendo del origen y de las causas del cambio de coloración de los dientes es posible blanquearlos usando técnicas especificas de gran efectividad y absolutamente indoloras por parte del Odontólogo.
Las radiografías constituyen un examen complementario de gran importancia al examen clínico realizado por el Odontólogo ya que permiten ver alteraciones que clínicamente no son visibles como por ejemplo las caries interdentarias, el estado del hueso o la presencia de otras patologías. De esta manera en un correcto y completo examen clínico odontológico las radiografías dentales son indicadas en la mayoría de los pacientes de acuerdo a la situación clínica presente.
Los sellantes se utilizan como medida preventiva para evitar la formación de caries en las superficies de mayor riesgo de los molares sean estos temporales o definitivos. Para los molares temporales lo ideal es indicarlos a los tres años y para los molares definitivos a los seis años para el primer molar y a los doce años para los premolares y segundo molar definitivo. Los sellantes constituyen una técnica indolora de bajo costo y alta efectividad para la prevención de caries en el niño.
Los implantes óseointegrados constituyen una nueva técnica que ha revolucionado los tratamientos odontológicos ampliando de esta manera las alternativas de realizar la reposición de piezas dentarias perdidas ya sea en forma fija o removible con un alto grado de satisfacción estética y funcional para el paciente. La técnica de Implantes requiere en forma previa de un estudio clínico-radiográfico del estado óseo de los maxilares del paciente donde serán instalados los implantes de tal modo de estudiar la mejor decisión en la formulación del plan de tratamiento.